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recuerdo en la playa

Mi vecino Dani, un click y un anclaje emocional

El otro día me crucé con mi vecino Dani.
Dani és un chico con 2 hijos ya mayores, adolescentes, vamos.

Muchos días me ve agobiada, en el garaje.
Subiendo y bajando a las niñas de las sillitas.
Transportando la compra del maletero al ascensor.
Tratando de anticiparme a las discusiones entre las peques…

El click de Dani

Un día  nos cruzamos y me vio la cara.

Instintivamente supo que no estaba bien.

De hecho en aquél momento estaba a punto de romper a llorar del agobio y de la carga mental que arrastraba ese día. Las 8 de la tarde eran.

Fue entonces cuando me regaló una frase espectacular que provocó un click en mi cerebro:

Virginia, un compañero me dijo algo cuando mis hijos eran pequeños que ahora te lo digo yo a ti.

Recuerda siempre que:

«Niños pequeños, problemas pequeños…»

Esas palabras fueron la clave. Una simple frase que desde entonces recuerdo cuando estoy hasta arriba y necesito que las cosas fluyan de otro modo. 

«Niños pequeños, problemas pequeños»

Cuánta razón…

Porque las preocupaciones graves vendrán después…

🙀 Cuando salgan por la noche y no sepas cómo están.

🙀 Cuando vayan a una fiesta y en esta haya alcohol y sustancias.

🙀 Cuando las vea llorar por su primer desengaño y prefieran contárselo a su amiga que acaban de conocer antes que a mí.

Y aunque ahora lo vea super lejano… llegará…

Por todo eso no quiero que mis hijas me recuerden como una mamá agobiada e instalada en la queja.

Me gustaría dejarles recuerdos bonitos y amables a los que volver

Así que desde que Dani me dijo aquello me he concentrado en:

🌱 Mirar sus pequeñas manos.

🌱 Fijar sus palabras de trapo en mi memoria.

🌱Retener su olor de infancia.

niñas con barro en las manos

Para poder volver a estos recuerdos cuando ya mis niñas no sean pequeñas…

niña con excavadora de juguete
niña jugando en arenero

Por casualidad leí en un post a cerca de los anclajes emocionales y me encantó por la relación que tiene con la creación de recuerdos.

¿Que es un anclaje emocional?

Los anclajes emocionales son estímulos de tipo visual, olfativo, sensitivo… que nos transportan a momentos del pasado que nos hacen sentir bien (o mal)

Todos tenemos este tipo de anclajes, porque se generan de modo inconsciente.

🍃 El olor a pan recién hecho puede transportarte sin darte cuenta al horno donde ibas cuando eras pequeña

🍃 El rumor del viento puede llevarte a aquella noche de verano mirando las estrellas con el abuelo

🍃 El olor del lápiz recién afilado puede hacer que te acuerdes de aquellos primeros días de clase…

🍃 Ver una liendrera lo mismo te hace recordar cuando hubo aquella infección de piojos en tu clase y ¡cómo te picaba la cabeza!

Pero, ¿hay algún modo de crear conscientemente anclajes emocionales?

Sí. Sí se puede elegir un recuerdo, con una intensidad emocional muy alta y volver a él sin necesidad de que un estímulo previo (el café, el pan, el viento…) lo provoque.

NO es sólo recordar.

Es vivirlo, volver a sentir exactamente lo mismo que cuando se originó el recuerdo.

¿Como creo el anclaje ?

Gracias a la PNL sabemos que se puede formar un anclaje emocional de manera consciente siguiendo los siguientes pasos:

Elige un pensamiento acerca de una situación pasada, en cualquier momento de tu vida, donde experimentaras muy intensamente el estado emocional positivo que quieres anclar.

1) Accede a ese pensamiento y ASOCIATE a él

¿Como?

👉 VE-OYE-SIENTE ahora lo que veías, oías y sentías entonces.

2) Continua el proceso de asociación hasta experimentar el estado emocional vivido en aquella situación en su máxima intensidad.

3) Ancla el estado, ejerciendo una suave presión con dos dedos en la muñeca de uno de tus brazos.

anclaje emocional

4) Mientras mantienes esa presión, busca un «título» (una palabra o frase corta) para tu estado.

Mientras mantienes la presión con los dedos y repites el «título» elegido, ponle un marco de color a la imagen mental protagonista que aparece en tu mente.

marco para anclaje emocional

5) Mantén la estimulación en los 3 sistemas (imagen + frase + presión de dedos) durante algunos minutos mientras te mantienes asociado a tu pensamiento.

6) Finaliza el anclaje: retira lentamente tus dedos de la muñeca, deja de repetir la frase y «disuelve» la imagen mental con el marco de color elegido.

Para interrumpir el estado mental pregúntate ahora cuestiones prácticas que tengas que contestar recordando números, detalles y palabras:

🐾 Deletrea tu número de documento nacional de identidad hacia delante y hacia atrás – al revés –

🐾 Recita el abecedario, saltando cada vez una letra

🐾 ¿Qué has desayunado esta mañana? ¿en que orden y a que hora y minutos cada cosa?

 

 7) Ahora, cierra los ojos y respira profundamente un par de veces.

Mantén los ojos cerrados. Aplica la misma presión en tu muñeca en el mismo punto que utilizaste durante el anclaje, vuelve a repetir el «título» (la palabra o frase corta que elegiste y vuelve a visualizar en tu mente la imagen en el marco de color que habías elegido.

8) Si el anclaje estuvo bien hecho, «entrarás» ahora en el mismo estado emocional que auto-generaste. Ha quedado «anclado» y podrás «evocarlo» cada vez que quieras , cerrando los ojos, respirando profundamente un par de veces y utilizando los mismos estímulos (toque+frase+imagen)

¿Para qué más sirven los anclajes ?

Los anclajes sirven para mucho más de lo que parece.

Imagina que estás a punto de dar una conferencia, de hablar con un superior o estás en una entrevista de trabajo con todos los sudores fríos del mundo.

Pues bien.

Si tienes un buen anclaje que te transporta a una situación similar que resolviste satisfactoriamente, tu ansiedad, nervios, inferioridad... en la situación que se te plantea ahora, se rebajarán hasta sentirte como en la situación que lograste superar anteriormente.

Por todo esto vale la pena dedicar unos minutos a hacer  anclajes emocionales de manera correcta, a mirar hacia dentro y a conectarnos con aquello que nos hace sentir bien.

Desde aquella conversación con Dani he estado practicando y recreando situaciones bonitas con las peques para dejarlas bien amarraditas a mi memoria. Sigo practicando para lograr unos anclajes fuertes y duraderos.

Y tú ¿conocías los anclajes?, ¿has tratado de trabajar con alguno en algún momento de tu vida?

¡Te leo!!

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