Esta mañana me ha llegado la notificación de resolución de beca del ministerio. Me la han concedido. La verdad es que me he alegrado mucho y me ha dado fuerza para ponerme a estudiar un rato en domingo.
He decidido revisar los apuntes de socialización y me he encontrado con el tema de parentalidad positiva. Me ha parecido tan interesante como para escribir este post y dejar plasmada la información para así evitar buscar entre montañas de papeles cuando la necesite.
La cuestión que plantea el monográfico de Susana Torio «Educación Familiar» se basa en el importancia de las relaciones familiares y la calidad del entorno en el cual crecen las niñas y los niños.
Habla a cerca de la importancia de fomentar programas de educación para familias de manera que éstas sean capaces de proporcionar a los menores un crecimiento sano y un desarrollo psicológico que aproveche todas las posibilidades del niño o la niña en cada momento evolutivo. Explica que en todo el proceso de crecimiento y crianza infantil, la clave no solo está en la familia, sino también en las relaciones que se establezcan en la triada familia-escuela-administraciones institucionales, poniendo como ejemplo las Comunidades de Aprendizaje.
Las primeras experiencias, vitales para el desarrollo
La importancia de las experiencias vividas en la infancia son decisivas para el desarrollo del futuro adulto.
La familia es cada vez más un apoyo instrumental y afectivo a la vez que se van abandonando ciertas tendencias o formas de relación más autoritarias. El objetivo de la tarea de ser padres es el de promover las relaciones positivas entr padres e hijos, fundadnas en el ejercicio de la responsabilidad parental, para garantizar los derechos del menor en el seno de la familia y optimizar el desarrollo potencial del menor y su bienestar.
El consejo de Europa define la parentalidad positiva como:
La cuestión clave no es si las figuras parentales deben ejercer la autoridad para que los menores les obedezcan, sino cómo ejercerla de modo responsable para que se preserven los derechos de los mismos, sin menoscabar los de padres y madres, y se fomenten sus capacidades críticas y de participación en el proceso de socialización, al mismo tiempo que se promueve progresivamente su autonomía y contribución a la vida comunitaria.
¿Niñas y niños con libro de instrucciones?
Entre las políticas y medidas propuestas desde Europa, destaca la promoción del apoyo a las familas para desarrollar modelos de relaciones familiares basados en la parentalidad positiva.
Los niños y niñas no vienen con libro de instrucciones, pero es responsabilidad de las familias formarse en cuestiones de cuidado y crianza desde el embarazo.
Los programas de formación de padres suelen perseguir dos finalidades:
1ª) Garantizar o potenciar de la manera adecuada el desarrollo, aprendizaje y crecimiento personal y social de los hijos e hijas.
2ª) Promover las aptitudes, la comprensión, la confianza y el apoyo delos pades y madres en el ejercicio de su rol parental.
El modelo más extendido en los programas de formación es el modelo experiencial cuyo objetivo es promover en el colectivo de padres una formación basada en sus propias situaciones y vivencias personales, escolares y familiares. Se aspira a que, a través de un proceso inductivo, se logre una conceptualización que les permita realizar una disociación entre la aplicación de los conocimientos adquiridos y ujn uso adecuado de los mismos; es decir, un cambio en sus concepciones educativas hacia modelos más constructivos que promuevan el desarrollo integral de los hijos.
Plataformas virtuales de formación parental ONLINE en España
- Educar en positivo
- Cursos on-line CEAPA
- Familias en red. (Plataforma digital Familiasenred.es)
- Aula virtual en la web
- Radio ECCA (Escuela de padres y madres)
- Familias Aula virtual (“En familia”)
- Universidad de padres
- Familias en la nube
En conclusión, la parentalidad positiva exige cuatro tipos de actividad parental:
- Favorecer el desarrollo completo del niño y la niña con un comportamiento que responda a su necesidad de afecto, de seguridad, de pertenencia y de apego seguro.
- Estructurar al menor, supone definir los comportamientos apropiados y no apropiados, hacerlos respetar y dar ejemplo uno mismo.
- Reconocer al menor en tanto que persona.
- Desarrollar su autonomía, es decir, transmitirle a la vez el sentido del control de sí mismo y la capacidad de influir en el comportamiento de los otros.
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