PequeCrece cabecera
portada tdah

¿Qué está pasando con el TDAH y los niños?

Joana es una niña de 4 años. De siempre ha sido muy despierta y sus inquietudes diferentes a los demás niños y niñas de su edad.
Con 3 años decidió hacerse vegana. Su animal favorito era la gallina y se dio cuenta de que pollo y gallina eran muy parecidos. Explicó a su madre que no quería volver a comer ningún animal que pudiera convertirse en su amigo.

niña tdah con gallina

Joana hace preguntas que a su madre le cuesta abordar sobre la muerte, genética o enfermedades.

Durante este curso (2º de Infantil) empezó a decir que no quería ir al cole. Que se aburría mucho, tanto con las explicaciones de la maestra como con sus compañeros.

Raquel, su madre, tuvo una reunión con la tutora. Esta le dijo que, efectivamente, la niña se mostraba movida en clase, poco atenta y aunque lo «pillaba» todo a la primera,  consideraba que Joana tenía déficit de atención.

Raquel, madre de 2 hijos más, transmitió a la tutora sus sospechas de que no era déficit de atención, sino altas capacidades.

La tutora le contestó que eso ni se lo iba a plantear porque:

«Unas Altas Capacidades son un marrón para todos«.

Marco tiene 6 años. En casa las cosas se van complicando. Sus padres cuentan que:

💥 Tienen que repetirle todo muchas veces porque parece que no escucha.

💥 A la hora de comer no para ni un momento. Repiquetea los cubiertos, se mueven en la silla sin parar, se levanta continuamente…

niño mete cubierto en otro plato

💥 Cuando conversa con los demás interrumpe todo el rato con cuestiones que nada tienen que ver con lo que se está hablando o cambia de tema sin pensar.

💥 Se mueve de manera atropellada, parece que no tiene miedo a nada ni valora las situaciones de peligro.

💥 Por las noches tiene un sueño muy intranquilo y movedizo.

En el aula sus profesores también comentan que es un niño muy activo:

💥 Se levanta muchas veces para ir a la papelera.

💥Le cuesta permanecer más de unos minutos haciendo la misma tarea.

💥 Interrumpe continuamente.

💥Le es muy difícil atender a las explicaciones.

Según su maestra tiene un nivel académico por debajo de lo esperado para su edad y no ha adquirido las habilidades escolares propias de su curso.

David tiene 7 años. Le encanta el baloncesto, podría pasar horas practicando este deporte sin parar.

Desde hace unos meses David se muestra triste, ensimismado.

💧Su comportamiento es derrotista, cree que no podrá lograr lo que se propone.

💧En clase está ausente, se olvida los deberes en casa o no los apunta en la agenda.

💧Ha empezado a rechazar figuras de referencia que para él eran muy importantes, como a su entrenador, hasta el punto de decir que no quiere continuar jugando al baloncesto.

Esto junto a un retroceso que le ha llevado a sufrir en varias ocasiones eneuresis nocturna han hecho saltar las alarmas a Sonia, su madre.

Sonia, después de mucho indagar y tirar del hilo ha descubierto que este cambio de comportamiento coincide con un suceso ocurrido en el colegio donde uno de sus compañeros se rió de él y la burla se alargó por varias semanas.

Al descubrirlo Sonia fue a hablar con el tutor, quien, como única respuesta le comentó que él también veía al niño muy distraído, poco atento y «en las nubes». Que dudaba mucho de que alguien se estuviera metiendo con él y que lo más probable es que el niño tuviera déficit de atención.

Eva está en 3º de primaria. El año pasado durante la tutoría de final de curso, su maestra explicó a sus padres que era una niña estupenda, amable y muy buena.

En clase solía despistarse y distraerse durante las explicaciones.

Avanzaba lenta en la adquisición de los objetivos mínimos marcados por curriculum.
A pesar de ello y como a nivel de comportamiento no había ningún problema, decidieron pasarla a 3º curso.

🍂 Ahora a Eva le es prácticamente imposible seguir el ritmo de la clase.

🍂 Según su madre siempre está «pensando en las musarañas«, es muy soñadora y cuando habla con los demás de repente parece que se va a las nubes.

🍂 Le cuesta mantener las amistades y le preocupa mucho su apariencia y por cómo se sienten el resto ni niños y niñas con ella.

Estas 4 historias, aunque son completamente diferentes han sido etiquetadas con el mismo diagnóstico: TDAH

¿Qué está pasando con el TDAH?

A principios de los 80 se empezó a clasificar como «trastorno» determinados comportamientos infantiles que alteraban gravemente la calidad de vida de los niños y niñas que los sufrían.

En aquel entonces entre el 3% y el 5% de los niños consultados por falta de concentración y atención, movimiento constante de manos y pies, impulsividad desmesurada, parloteo continuo… fueron diagnosticados como niños hiperactivos.

Solo unas décadas después ese 3% ha pasado a situarse en un 20%

¿Cuál es el origen del TDAH? ¿Qué ha pasado en estos años para que exista un aumento tan radical de casos?

A día de hoy, 2022, no existe ninguna prueba clara e irrefutable del origen real del TDAH.

Si bien es cierto que se han realizado multitud de estudios. A continuación os dejo algunos de los más relevantes:

1) En 1995 Barkley concluyó que a nivel genético se hereda la tendencia a tener problemas en el desarrollo del cortex frontal. En esta parte del cerebro suceden cosas como la inhibición conductual o la persistencia de la respuesta.

Pero OJO, este estudio habla de una TENDENCIA.

Esto viene a ser como cuando una mujer de ojos claros está embarazada. El padre es un varón de ojos oscuros. La TENDENCIA genética apunta a que la criatura nacerá con ojos oscuros, PERO en ningún caso esto una ley matemática. La criatura puede nacer perfectamente con ojos verdes o azules como el mar. Es lo que tienen las tendencias, que son un «puede», pero no concluyen nada.

ojos tendencia color


Además, este estudio solo hace referencia a la probabilidad de que aparezca tdah en niños cuyos padres ya sufren hiperactividad, nada habla de niños cuyos progenitores no la sufren.

2) Por otra parte el Dr. Diaz Atienza, psiquiatra de la USMIJ de Almería, expuso que los niños víctimas de maltrato tienen una actividad reducida de las MAO (monoamino-oxidasas plaquetarias) lo cual puede favorecer los trastornos de conducta.

De nuevo encontramos una especulación «puede favorecer«, sin una afirmación firme.

3) Otras voces como las de Allen y cols, 1998 apuntan a que la exposición a complicaciones obstétricos-prenatales pueden ser un factor de riesgo que favorecerían la vulnerabilidad.

Sin embargo esta explicación es muy peregrina, ya que el estudio condiciona el desarrollo de Trastornos Generalizados de Conducta de la criatura a los TGC de la madre a causa de un embarazo precoz, condiciones económicas desfavorable y uso de sustancias psicotrópicas en el embarazo.

4) En esta línea continúan su exposición aquellos que relacionan el consumo de tabaco durante el embarazo con el posible desarrollo del TDAH (Brennan y cols, 1999), así como la prematuridad del nacimiento como factor relacionado con el trastorno (Levy-Schiff y cols, 1994)

En resumidas cuentas, de todos los estudios llevados a cabo por expertos en la materia, NINGUNO es capaz de encontrar el origen real de la hiperactividad.
De todos ellos, a mi parecer, (pero yo no soy nadie, es solo mi opinión), el más razonable es el que explica que en una modificación a nivel cerebral podría estar la causa de la falta de autocontrol, dificultades en el lenguaje y percecpción de las personas con TDAH.

Sin embargo, esas personas NO son el 20% que apuntan las estadísticas actuales, sino que al razonamiento del origen neurobiológico le correspondería, como mucho, el 3-5% de los individuos.

Y esa cifra es la de personas que realmente sufren y viven con verdadera angustia a causa de su impulsividad o incapacidad para centrar su atención y llevar una vida académica y laboral como ellos desearían.

Demasiado TDAH

Es llamativa la cantidad de sobrediagnóstico de hiperactividad existente hoy por hoy. No solo por parte de médicos de familia, sino por maestros o educadores que sin tener ningún tipo de formación al respecto ni plantearse cuáles son los ítems determinantes para diagnosticar TDAH, se atreven a colgar la etiqueta a criaturas perfectamente sanas.

Sin embaro sí existe la percepción de que los niños y niñas de nuestro mundo actual están con unos niveles de actividad muy altos si los comparamos con las criaturas de principios de los 80.

Pero, ¿por qué?, ¿qué está pasando con los niños para que médicamente muestren síntomas de hiperactividad sin tenerlo? ¿Qué ha pasado para que en solo unas décadas exista un cambio tan radical en la infancia?

Podríamos barajar 2 opciones:

A) La diferencia entre hace 30 años y ahora es que antes a los niños hiperactivos se les llamaba de otra manera: revoltosos, movidos, traviesos… no se les diagnosticaba, y además socialmente se les toleraba mejor.

Por ejemplo; Santiago era un niño con la mente muy activa, mucho más que el resto de criaturas de su edad. Nunca podía estar quieto. Con 11 años se sentía fascinado por el conocimiento de las fuerzas naturales. Construyó un cañón de pólvora. Lo hizo explotar contra la puerta de una casa para ver qué pasaba. (era 1863)

Cuando Santiago cumplió 54 años fue galardonado con el Premio Nobel de medicina. Ramón y Cajal fue el primer premio Nobel español.

A los 65 años escribió sus memorias en el libro «Recuerdos de mi vida» en la que narra tanto la historia del cañón como otras muchas trastadas fruto de una mente inquieta, viva y deseosa de descubrimiento. A partir de ello los estudiosos de hoy en día han concluído que Santiago Ramón y Cajal fue un niño hiperactivo.

 

Imagina por un momento qué pasaría si ahora un niño idea la manera de construir un arma de fuego; una catapulta con bomba incluida, por ejemplo, y la hace estallar contra la puerta de un garaje.

¿Qué creees que pasaría?

B) Los niños del siglo XXI son más hiperactivos que antes. Pero, ¿de verdad nos creemos que todos esos niños diagnosticados tienen la zona del cortex frontal más afectada que la del compañero de al lado?

Si nos paramos a pensar, en estos 30 años han pasado muchas cosas. . .

Recuerdo que cuando era pequeña, después de las clases de la mañana, mi amiga Nuria y yo nos quedábamos jugando en el descampado que había delante de casa.

Jugábamos a hacer pociones con barro, a encontrar mariquitas o a recoger flores cuando llegaba la primavera.

pociones

De esto no hace 100 años, solo 30.

Tampoco vivíamos en un pueblo alejado de la ciudad, sino en un barrio a 10 minutos del centro.

Ahora es impensable que dos niñas de 10 años jueguen solas en la calle sin supervisión.

🌱Ahora los niños y las niñas se quedan a comer en el colegio, después extraescolar de ingles, o fútbol en el mejor de los casos. Luego tocan deberes.
Y al día siguiente, vuelta a empezar.

🌱 Cuando llega el fin de semana éste se consume entre TV y playStation.

🌱 Muchas criatura empiezan su vida escolar antes de los dos años, en escuelas infantiles con jornadas, a veces, más largas que las de sus padres.

🌱 Las familias encuentran en la tele o la consola un recurso útil, a corto plazo, para calmar el fuego dela vitalidad infantil que antes se quemaba echando carreras en la calle.

🌱 Otras criaturas tienen el tiempo absolutamente medido y controlado al detalle desde que se levantan hasta que se acuestan. No hay espacio para el aburrimiento o para el juego libre y sin estructura.

🌱 Cuando no es el maestro quien dicta cómo hacer las cosas, es el entrenador que dice cómo chutar el balón o la profe de pintura que muestra con qué color pintar el dibujo.

… Y así todo…

Es como si a la sociedad le diera miedo que los niños sean niños, que corran, que salten, que suban y bajen, que se quejen, que lloren, que chillen. Como si la infancia en sí misma fuera una molestia.

Con todo esto, ¿cómo no van a estar nuestras criaturas más nerviosas que las de hace 30 años?

Luego, llega un momento en el que surge el diagnóstico; 

«Su hijo tiene hiperactividad»

Lo peor es que no siempre ese diagnóstico va acompañado de un estudio exhaustivo del caso.

El problema es que el pediatra del centro de salud tiene 15 niños más en la sala de espera y 5 minutos para cada uno.

A veces, según con el profesional con el que te encuentres, si una madre angustiada expone frases como:

«es que en el cole me dicen que va fatal, que es muy movido, que molesta mucho a todo el mundo, que no deja de hablar…»

Son el pistoletazo de salida para:

A) Hacer una recetita.

o, en el mejor de los casos

B) Una derivación al neuropediatra

En este último caso, el especialista suele pasar unos test generales de detección de TDAH porque, obviamente, no se dedican a radiar la cabeza de todos los niños más movidos que llegan a la consulta para ver si hay alguna alteración en su cortex frontal que le provoque una tendecia a ser hiperactivo.

Además esta prueba de radiodiagnóstico tampoco se ha demostrado concluyente en ningún caso.

«No hay marcador biológico para diagnosticar el TDAH…No hay ninguna prueba de laboratorio, neuroimagen o de otro tipo que nos diga si una persona tiene TDAH»

Dr. Cortes E. Orellana Ayala. Pediatra y especilista en Neurodesarrollo

Tuit

Respecto a los tests genericos, ninguno de ellos consiste en sentarse frente al niño y preguntarle:

«Y tú, ¿cómo estás? «

Tal vez descubrirían que la criatura está comportándose de un modo más alterado porque:

🌪 Está sufriendo bullyng.

🌪 Su cuerpo está cambiando y nadie le está acompañando en el proceso.

🌪 Sus padres discuten contínuamente y aunque lo hacen a escondidas, ella se entera de todo.

🌪 La persona que le cuida durante todo el día no le trata bien.

🌪 Tiene muchas dudas respecto a su identidad sexual.

🌪 Acaban de diagnosticar una enfermedad grave en la familia y no sabe cómo afrontarlo.
.
.
.
Tal vez, los pasos deberían ser:

1º) Descartar otras patologías mediante analítica general y tiroidea, toma de presión arterial, y realizar exploraciones sensoriales para comprobar que no existen alteraciones como hipoacusia, problemas de visión, dificultades motrices que estén provocando el trastorno de comportamiento.

2º) Posteriormente derivar a las criaturas a Unidades de Salud Mental para que sean atendidos por psicólogos infantiles.

3º) En el caso de que nada de eso diera con la clave, sí se podría valorar la derivació al neuropediatra para realizar un scanner cerebral. No para diagnosticar TDAH (que como ya hemos visto ninguna prueba existente hoy en día puede «detectarlo») sino para descartar otras enfermedades como epilepsia o ausencias.

Todo esto no es cosa mía, son las recomendaciones de expertos que podemos encontrar, por ejemplo, en la página de la fundacióncadah.org

tdah

Lo habitual es, en primer término, medicar porque se cree que así se «agiliza el trance».

SIN DUDA hay criaturas que realmente necesitan ayuda farmacológica para estabilizar determinados procesos agudos, PERO ni de lejos se trata del 20% de niños y niñas diagnosticadas actualmente.

No voy a extenderme en la cuestión de los efectos secundarios del metilfenidato o la atomoxetina, los dos principios activos de los medicamentos para tratar la hiperactividad que hoy por hoy existen en nuestro país

Dejo la dirección de la agencia española del medicamento para que se puedan comprobar cuáles son esos efectos secundarios de los que «no hay que preocuparse», según algunas voces.

En conclusión, creo que es fundamental la formación básica en lo que respecta al TDAH por parte de todas las personas que, de un modo u otro, se relacionan con nuestros pequeños.

Partir de la base de que nadie sabe aún cuál es el origen del TDAH, que hace falta un estudio exhaustivo por médicos y psicólogos muy formados en la materia para efectuar un diagnóstico serio y que si realmente se sospecha que hay algo detrás de un comportamiento, lo primero que hay que hacer es hablar con el niño.

Es muy importante tomarse el tiempo necesario para saber qué hay detrás de esa forma de actuar.

Los educadores, maestros, monitores, acompañantes.. no somos psicólogos o médicos. Por eso es importante cambiar el foco, poner la mirada en la necesidad que hay detrás del comportamiento antes de etiquetar a alguien que, tal vez, tan solo, necesita un poco de escucha.

En el próximo post continuaré desgranando el tema de la hiperactividad hablando de los sintomas o comportamientos que hacen saltar las alarmas.

También os compartiré algunos nombres de personas muy importantes a los que se les diagnosticó como hiperactivos y la relación entre las altas capacidades y la hiperactividad.


BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

Fundación TDAH

Creciendo Juntos, Carlos Gonzalez

Qué tanto conozco a mi hijo

Estudiantes con deficiencias atencionales

DSM-5

Todo sobre el TDAH: guía para la vida diaria



¿Tienes un minuto? Te propongo un JUEGO. Elige una de las 3 opciones:

1- Pincha en cualquiera de los banners de la web.

2- Deja un comentario.

3- Piensa en una persona a la que pueda interesar el contenido y reenvíale el post.

Goza de mi admiración y agradecimiento eterno.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

PequeCrece, Conecta con su Infancia

Crianza Respetuosa – Desarrollo infantil – Educación

© Pequecrece 2023 QUIÉN SOYINICIO